A 151 se elevó el número de personas sordas beneficiadas en Cuba
con el implante Coclear, moderna y costosa técnica que les permite
recuperar la audición.
El doctor Antonio Paz, uno de los iniciadores de esa actividad
aquí, dijo a la AIN que el tratamiento se aplica en el país en forma
gratuita a los pacientes con posibilidades de asimilarla, y consiste
en un acondicionamiento del oído interno para recibir las señales
sonoras de un procesador de lenguaje.
Apuntó que entre los implantados figuran también 22 sordociegos,
cuyo proceso de rehabilitación posterior resulta más complejo, pero
también con logros significativos.
Agregó que el propósito para este año es completar alrededor de
200 casos y llegar a 30 sordociegos beneficiados.
La utilización de este avance tecnológico, por constituir una
prótesis, no cura definitivamente la sordera pero mejora
ostensiblemente la calidad de vida de los pacientes y facilita su
participación social.
El primer implante monocanal en el planeta fue realizado en 1957
por Djurno y Eyries en Francia. Insertaron un único hilo de cobre en
el interior de la cóclea de un paciente sordo que logró percibir
información sonora, aunque de escasa calidad.
En 1961 W. House probó colocando un electrodo de oro en la rampa
timpánica, con resultados análogos al de Djurno y Eyries.
En 1978, el profesor Graeme Clark desarrolló en colaboración con
una industria australiana los primeros implantes cocleares
multicanales, precursora de los actuales, permitiendo a los
pacientes captar información sonora de calidad aceptable.