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El Ejército de Sri Lanka concedió hoy 24 horas de plazo para su
rendición a la organización armada separatista Tigres de Liberación
del Tamil Eelam (TLTE).
El portavoz del Ministerio de Defensa, Keheliya Rambukwella,
comunicó en rueda de prensa que el gobierno dio 24 horas al líder
supremo de los TLTE, Vilupillai Prabhakaran y a sus seguidores para
que capitulen, y afirmó está será su última oportunidad.
La decisión del gobierno sigue a la liberación por las tropas de
unos 35 mil civiles atrapados por los insurgentes en el corredor de
salvaguarda establecido en el noroeste de esta isla surasiática del
océano Índico.
Hasta la fecha se desconoce si Prabhakaran aún permanece en la
boscosa región, donde los rebeldes tamiles están cercados por el
Ejército en una superficie de menos de 20 kilómetros cuadrados.
El presidente Mahinda Rajapakse expresó sus esperanzas de que los
rebeldes depongan las armas para que puedan rehabilitarse al iguales
que otros quienes ahora ocupan carteras ministeriales y
provinciales.
Mientras, al menos 17 personas murieron y otras 200 resultaron
heridas a causa de un ataque suicida por supuestos tigres tamiles
entre civiles que trataban de huir en el distrito de Mullaitivu,
informó el mando militar srilankés.
Según el portavoz del ejército, general de brigada Udaya
Nanayakkara, el número de pobladores que abandonaron a los rebeldes
ascendió a 72 mil, en especial con el arribo masivo el sábado y el
domingo último de tres mil 218 personas a la zona bajo control del
ejército.
El mando militar adelantó que las tropas posicionadas en las
cercanías de la zona de tregua, donde se estima que los separatistas
retienen a la fuerza a 70 mil civiles, lanzaron una operación para
abrir una brecha a fin de facilitar la salida de esas personas.
Sectores gubernamentales estiman que el Ejército está a punto de
vencer a los TLTE después de más de 25 años de lucha sangrienta. Los
separatistas intentan conseguir un Estado independiente para la
minoría tamil en zonas del norte y este de Sri Lanka.
Más de 100 mil personas perdieron la vida desde que los tigres
tamiles comenzaron el conflicto en julio de 1983.