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Un grupo de insurgentes atacó un puesto policial y causó cinco
muertos a miembros de la seguridad en la provincia afgana de Farah,
comunicaron hoy fuentes gubernamentales.
Esa acción ocurrió anoche cuando rebeldes en varios vehículos
asaltaron la instalación policial en la zona de Karez Shaikha,
precisó a medios informativos el vicegobernador de la provincia,
Yunus Rasuli.
La policía afgana representa un objetivo preferente de los
ataques de los insurgentes desde la invasión de Estados Unidos y sus
aliados en octubre del 2001.
Más de dos mil 300 integrantes de esa fuerza perdieron la vida en
2007 y 2008, según estadísticas oficiales difundida en Kabul.
El ministro afgano del Interior, Hanif Atmar, informó que su
entidad reclutará y entrenará a 15 mil policías adicionales en el
verano para reforzar la seguridad por las programadas elecciones
presidenciales el 20 de agosto.
Atmar precisó en rueda de prensa que unos 30 donantes
internacionales se comprometieron a financiar el entrenamiento y
equipamiento de los nuevos reclutados.
De acuerdo con el ministro, este país islámico necesita duplicar
en número a los 82 mil efectivos que integran en la actualidad el
cuerpo de policía.
Hasta la fecha, más de 70 mil soldados de Estados Unidos y la
OTAN ocupan el territorio. El Pentágono reportó el envío de un
refuerzo adicional de 17 mil soldados de combate y cuatro mil
adiestradores militares y consejeros antes de que se celebren los
comicios.
Mientras, el ministro de Defensa, Abdul Rahim Wardak, señaló en
otra reunión con los periodistas que al menos dos soldados del
Ejército Nacional y otros cinco resultaron heridos al estallar una
bomba al paso del vehículo en el que viajaban en la provincia de
Paktia.
El artefacto, colocado al borde del camino, explotó al hacer
contacto con el automóvil militar que patrullaba el distrito de
Zurmat.