A fin de revertir la degradación de la tierra, principal sostén
de la producción de alimentos, Cuba implementa una serie de
programas para acelerar la recuperación de los suelos.
Olegario Muñiz Ugarte, presidente de la Sociedad Cubana de las
Ciencias del Suelo (SCCS), explicó a la AIN que el país dispone de
políticas ambientales, agrarias e institucionales, encaminadas a
restituir o atenuar la situación actual de los terrenos productivos,
afectados por procesos de desertificación acumulados por años.
Al respecto, precisó, se potencia una agrotecnia cada vez más
eficiente para elevar los rendimientos de los cultivos, el uso de la
tracción animal y se buscan nuevos métodos que permitan disminuir el
uso de fertilizantes y pesticidas.
Se trabaja además, en el empleo de sistemas de riego acorde con
cada sembrado, y en el mejoramiento de la calidad de los productos
agrícolas, para lo cual, -subrayó-, ya se dispone de diferentes
programas de manejo integrados de nutrición vegetal, que comprenden
la aplicación de abonos orgánicos.
Muñiz Ugarte participó en un encuentro organizado por la SCCS y
la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF), en
la Casa Simón Bolívar en el Centro Histórico de la capital.
Recalcó que entre las causas más importantes que afectaron los
terrenos del país en el siglo pasado se encuentran el manejo
inadecuado de nutrientes, el deficiente riego, el monocultivo y las
malas prácticas aplicadas a la tierra y la vegetación.
Integrada por unos 200 miembros, la Sociedad Cubana de las
Ciencias del Suelo contribuye a aumentar el nivel científico y
técnico de los profesionales dedicados a los estudios e
investigación del suelo.
Esta organización social radica en el Instituto Nacional de
Ciencias Agrícolas (INCA), en San José de las Lajas, provincia de La
Habana, pertenece a la Academia de Ciencias de Cuba y arribará a su
aniversario 25 en 2010.
La Estrategia Ambiental Nacional ha identificado a la degradación
de los suelos, como el principal problema ambiental de la Isla, con
76,8 por ciento de las tierras productivas afectadas.