.—
El gobierno continúa hoy investigaciones sobre los autores
intelectuales que enviaron a grupos violentos para cumplir planes de
magnicidio contra los principales dirigentes de Bolivia, abortados
la víspera.
Tras confirmar que tres personas fueron muertas y otras dos
detenidas por estar involucradas en actividades terroristas, el
vicepresidente del país, Álvaro García, enfatizó que se debe revelar
quiénes contrataron a esos sicarios, cuyo objetivo era asesinar al
presidente Evo Morales, a él mismo y a otras personalidades.
En ese sentido, adelantó que se debe establecer cómo introdujeron
al país explosivos C-4, así como armamento sofisticado que fue
encontrado en el stand comercial de la Cooperativa de Teléfonos de
Santa Cruz (COTAS) en el campo de la Feria de Exposición.
Por otra parte, el viceministro de régimen interior, Marcos
Farfán, precisó que la policía y la Fiscalía lograron desarticular
al grupo de extremistas e impedir un plan macabro, organizado por ex
combatientes de la guerra en Yugoslavia, en los años 90 y que ahora
planeaban una espiral de violencia en Bolivia.
Farfán presentó a la prensa evidencias de esas maniobras
injerencistas, entre ellas el arsenal incautado al grupo de
terroristas.
Entre las pruebas mostró varias armas, entre ellas una escopeta,
cuatro fusiles, una carabina, una metralleta, explosivos
sofisticados de alto poder como el C-4, de uso exclusivo militar,
pistolas, dinamitas, granadas, bombas molotov, un plano de Santa
Cruz, una bandera roja y negra, además de otros elementos.
"Estábamos frente a un plan macabro y peligroso que debía generar
un espiral de violencia", resumió.
Denunció que los inculpados planificaron atentados pequeños como
a la vivienda del Cardenal Julio Terrazas.
Luego vinieron actos más feroces contra personalidades; tales
como el presidente, Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García, el
ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, incluso al prefecto
opositor de Santa Cruz, Rubén Costas, agregó.
La operación por parte de un cuerpo élite de la Policía Nacional,
se registró horas después que desconocidos explosionaran un
artefacto en las puertas de la residencia del cardenal Terrazas, sin
causar más daños materiales.
El presidente Evo Morales, que asiste a una Cumbre de la
Alternativa Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), y el
vicepresidente Álvaro García Linera, en La Paz, denunciaron por
separado estos actos violentos.