El Programa Nacional de Prevención de Enfermedades
Cerebrovasculares (ECV) en Cuba ha contribuido a frenar la
mortalidad por tales causas, gracias a las acciones desarrolladas
desde la Atención Primaria de Salud.
En declaraciones a la AIN el doctor Miguel Ángel Buergo,
presidente de la Comisión Nacional Técnica Asesora de ECV, destacó
que un estudio realizado del 2001 al 2005, demostró que después de
cinco años de intervención en poblaciones adultas y envejecidas,
hubo cambios en los indicadores de mortalidad, prevalencia e
incidencia.
Cuba desarrolla un sistema para alcanzar los objetivos de las
metas propuestas por la salud pública para el 2015, desde la
atención primaria hasta la terciaria, con una evaluación que incluye
la calidad de vida del paciente cerebrovascular y la atención
médica.
También trabaja en proyectos de investigación en tendencias
actuales, métodos y formas modernas para alcanzar esos propósitos en
la referida fecha, que consiste en reducir la mortalidad por ECV en
más del 20%.
Las ECV constituyen la tercera causa de muerte en Cuba y el
mundo, con tendencia a ser la segunda, ya que aumenta con el
envejecimiento de las poblaciones, aseveró el también jefe del grupo
de ECV del Instituto de Neurología y Neurocirugía.
El experto insistió en la importancia de la prevención en edades
adultas, pues estudios realizados en la Isla indican que los grupos
vulnerables para padecer estas afecciones son los hombres desde los
50 hasta 79 años y las mujeres después de los 80.