El 16 de abril de 1961 se inscribe en la historia de la Patria como
el día en que se proclamó el carácter socialista de la Revolución
durante el sepelio a las víctimas de los ataques piratas a los
aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y Santiago
de Cuba. En la céntrica esquina de 23 y 12, decenas de miles de
milicianos levantaron sus fusiles para respaldar aquella soberana
decisión. A esa hora, otras decenas de miles de hombres y mujeres,
la mayoría de ellos en las trincheras, hacían firme su decisión de
defender a Cuba a cualquier precio y hasta la última gota de su
sangre. Nacía también para nuestro pueblo, y para la historia, el
Día del Miliciano.
Entonces nuestro Comandante en Jefe expresó:
"... Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que
estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la
dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu
de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba... y
que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices
de los Estados Unidos... "
"... Esta es la Revolución socialista y democrática de los
humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta
Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes,
estamos dispuestos a dar la vida... "