Encuentros y debates en torno a las nuevas concepciones en la
manera de hacer cine están en el orden del día en este evento que,
según realizadores como el cubano Tomás Piard, quien participa por
primera vez, se fortalece en cada edición.
El Festival, afirma Piard, enseña al mundo el potencial de arte y
talento para hacer buen cine, capaz de competir con propuestas de
mayores presupuestos, gracias a la riqueza conceptual y calidad
artística que caracterizan las obras que se presentan cada año.
Piard presenta el filme El viajero inmóvil, basado en la
novela Paradiso, de José Lezama Lima, cinta que la crítica
considera entre las más importantes rodada en Cuba en el 2008.
En este espacio oportuno para el diálogo, Eslinda Núñez
intercambió con jóvenes realizadores, y felicitó la iniciativa de
arrancar el certamen con la proyección de Un día de noviembre,
justo homenaje al creador y guía espiritual sin discusión de la
importante cita, Humberto Solás.
Igualmente Enrique Pineda Barnet dialogó sobre el Foro Homenaje
al Cine Cubano, sobre los oficios invisibles en la industria del
cine, como merecido reconocimiento a los artífices anónimos que
hacen posible la materialización del talento del guionista o el
genio del realizador.
En la noche, se proyectó en el cine Jiba el documental Titón:
de La Habana a la Guantanamera, de la destacada actriz Mirtha
Ibarra, como parte del homenaje al desaparecido director Tomás
Gutiérrez Alea.
Paralelo al evento cinematográfico, se presentan interesantes
muestras, como las dedicadas a Solás, las esculturas del inglés
Peter Nadin y el cubano Osneido García y una exposición permanente
de artistas plásticos fundadores de la cita gibareña.
Este miércoles abrió sus puertas la exposición gráfica Retos
de la Naturaleza, de la agencia Inter Press Service (IPS) y la
Agencia de Información Nacional (AIN), que reúne fotos sobre el
azote de los huracanes Ike y Gustav y las labores de la
recuperación, que revelan la magnitud del desastre.
Por su parte, el jurado analiza ya las obras en maqueta, guiones,
largometrajes, cortometrajes de ficción y documentales, que aspiran
a llevarse el lauro. Las obras ganadoras se darán a conocer el
venidero domingo, horas antes de la clausura del Festival.
El Cine Pobre, rico en su esencia creadora, inunda las apacibles
calles de la Villa Blanca de los Cangrejos. Gibara sale así del
nororiente cubano y se proyecta al mundo como un espacio ideal para
un cine nuevo, independiente, alegre, osado, trasgresor,
antidogmático, como aseveró Sergio Benvenuto, director del Festival
de Cine Pobre de Humberto Solás.