Brigadas de cuatro provincias se encargan en Pinar del Río de
reponer 143 torres de alta tensión derribadas por el huracán Gustav,
que con rachas de vientos de 340 kilómetros por hora impuso récord.
Tras el impacto del meteoro quedó severamente dañada la línea de
220 kilovoltios (kv) ubicada entre los municipios de Consolación del
Sur y Artemisa, a lo largo de unos 80 kilómetros, la cual ahora es
rehabilitada por eléctricos de Ciudad de La Habana, Villa Clara,
Ciego de Ávila y Holguín.
Su devastación provocó a que a partir de entonces la provincia de
Pinar del Río, las más occidental de Cuba, se alimentara de energía
eléctrica mediante dos líneas de 110 (kv), con menos seguridad y
mayor dependencia del emplazamiento de grupos electrógenos.
El no contar con la de 220 kv significa que la energía
transmitida desde la termoeléctrica del Mariel, en la provincia de
La Habana, hacia Pinar del Río, se limite en un 40 o 50 por ciento.
Fruto de un proyecto cubano-venezolano, las nuevas torres se
colocan en su sitio anterior para aprovechar las bases existentes y
ya suman 73 las montadas de enero a la fecha, según confirmaron
funtes de la Unión Eléctrica.
En esas tareas de rehabilitación tomó parte también una brigada
de trabajadores de la Administración Nacional de Usinas y
Transmisiones Eléctricas (UTE) de la República Oriental del Uruguay.
Se prevé que la restauración de las torres de alta tensión
finalice el próximo mes de junio, lo cual pondrá a Pinar del Río en
condiciones de enfrentar la próxima temporada ciclónica con un
sistema eléctrico más seguro y confiable.