Lamenta no poder asistir al próximo 1º de Mayo en Cuba, como ya
hizo en una ocasión anterior. Es el mejor del mundo, dijo, porque es
una verdadera fiesta en la que participan millones de trabajadores.
Pero mi lugar está allá, agrega, porque tengo que compartir con mis
compañeros la tarea de organizar una gran marcha ese día en los
Estados Unidos.
Ecuatoriana de nacimiento, reside en los EE.UU. desde 1971, donde
se ha vinculado desde entonces a la rama de las confecciones
textiles, primero como obrera y más tarde como dirigente sindical.
Contradictoriamente, aclara, en los Estados Unidos no se
celebraba el Día Internacional de los Trabajadores el 1º de Mayo, a
pesar de que la fecha se escogió para rendir homenaje a los mártires
sindicalistas de Chicago, sino el Día del Trabajo (Labor Day), cada
primer lunes de septiembre, que apenas es un día feriado.
Puntualiza que desde hace tres años, numerosas organizaciones
sindicales norteamericanas se propusieron hacerlo, como en el resto
del mundo, y así ha sido, con marchas en cuantos lugares fuera
posible, fundamentalmente de trabajadores inmigrantes, sobre todo en
las ciudades de Nueva York, Los Ángeles y Chicago, donde se lograron
las mayores movilizaciones. Ahora trabajamos por sumar a otras
muchas.
Este año, dice, con las esperanzas de la nueva administración del
presidente Obama, esperamos que sean las mayores, en reclamo de que
se cumplan sus promesas en relación con la aprobación de leyes
encaminadas a favorecer la afiliación sindical (hoy menos de un 10%
de la masa laboral integra organizaciones obreras) y lograr un
proceso más justo para que los trabajadores inmigrantes
indocumentados sean legalizados —hoy son los que más trabajan, menos
ganan y sin derecho alguno.
Y trabajamos también en función de analizar la crisis económica
tan severa que sufrimos los trabajadores, cuyos efectos se han ido
manifestando con gran rapidez. Ya no se limita a la pérdida de
viviendas y otras propiedades, o a la restricción y negativa de
préstamos bancarios, sino que cientos de empresas e industrias
quiebran, se fusionan o reducen significativamente sus producciones,
con lo que crece muy rápidamente el desempleo, millones de
trabajadores pierden su sustento o lo perderán a la vuelta de unos
meses, explica.
Sobre su visita a Cuba informa que el objetivo principal es ganar
experiencias con los sindicatos, especialmente en cuanto a la
preparación y educación de los dirigentes sindicales, desde la base,
tema que es clave para la labor en los Estados Unidos.
Desde su organización, hace años, desarrollan actividades de
solidaridad con Cuba, entre ellas participando en los encuentros
internacionales sindicales que tienen lugar en Tijuana, México, para
demandar el levantamiento del bloqueo y otros reclamos.
Asimismo encaminan su actividad solidaria en tareas de
información sobre el caso de nuestros Cinco Héroes, para sacar del
silencio el injusto proceso al que han sido sometidos y exigir su
liberación.
Cuba es nuestra inspiración, concluyó, porque entre otras cosas,
aquí vemos hechas realidad muchas de las reivindicaciones a las que
aspiramos.