Para dar cumplimiento al Convenio de Trabajo suscrito entre la
Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC) y la
Sociedad Cultural José Martí, debemos comenzar por investigar,
estudiar y destacar la identidad nacional cubana y latinoamericana.
A fines del siglo XVIII y principios del XIX, concurren varias
circunstancias internas y externas que marcan una etapa clave en la
forja de nuestra nacionalidad. Por ello, nuestro esfuerzo debe girar
alrededor del análisis de ese periodo histórico. Aquí aparece el
núcleo fundador del pensar filosófico con las figuras de José
Agustín Caballero, Félix Varela, José de La Luz y Caballero y José
Martí. Con el método electivo podemos seleccionar lo mejor de todos
los sabios inspirados siempre en la justicia, ese sol del mundo
moral, como la definió Luz y Caballero, y principal categoría de la
cultura.
Para iniciar este recorrido recordemos un párrafo esencial del
Apóstol:
"La filosofía materialista, que no es más que la vehemente
expresión del amor humano a la verdad, y un levantamiento saludable
del espíritu de análisis contra la pretensión y soberbia de los que
pretenden dar leyes sobre un sujeto cuyo fundamento desconocen; la
filosofía materialista, al extremar sus sistemas, viene a establecer
la indispensabilidad de estudiar las leyes del espíritu. De negar el
espíritu —la cual negación fue provocada en estos tiempos, como ha
sido en todos, por la afirmación del espíritu excesiva—, viene a
parar en descubrir que el espíritu está sujeto a leyes y se mueve
por ellas, aceleradas o detenidas en su cumplimiento por Ias causas
mecánicas y circunstancias rodeantes que influyen en la existencia y
suelen ser tan poderosas que la tuercen o determinan."
Continuemos con esta otra formulación del Maestro contenida en
carta póstuma inconclusa dirigida a su entrañable amigo mexicano
Manuel Mercado:
"Mi hermano queridísimo: Ya puedo escribir, ya puedo decirle con
qué ternura y agradecimiento y respeto lo quiero, y a esa casa que
es mía y mi orgullo y obligación; ya estoy todos los días en peligro
de dar mi vida por mi país y por mi deber —puesto que lo entiendo y
tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la
independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados
Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de
América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha
tenido que ser y como indirectamente, porque hay cosas que para
lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son,
levantarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas
el fin."
Con este hilo esencial estudiemos los antecedentes bolivarianos
de estas ideas recordando la estrofa inmortal del Himno Nacional
venezolano: "Gloria al bravo pueblo/que el yugo lanzó/la ley
respetando/la virtud y honor".
Otro hito importante lo encontramos en el siguiente texto de
Benito Juárez, el Benemérito de las Américas, escrito en 1861:
"A cada cual, según su capacidad y a cada capacidad según sus
obras y su educación. Así no habrá clases privilegiadas ni
preferencias injustas (¼ )
Socialismo es la tendencia natural a mejorar la condición o el
libre desarrollo de las facultades físicas y morales".
Por último, extraigamos todas las consecuencias de estos
principios clave de nuestro Héroe Nacional: "Ser bueno es el único
modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de ser libre".
El valor pedagógico y ético de este pensamiento martiano es de
singular valor en estos momentos en los que la familia humana está
amenazada de muerte en la presente centuria. Es necesario unir todas
las voluntades posibles de sus miembros para lo cual resulta
indispensable superar el divide y vencerás de la tradición de las
sociedades clasistas, y proclamar unir para vencer, consigna
esencial para enfrentar los desafíos actuales. Este será el camino
educativo y político indispensable para evitar que nuestra especie y
el planeta desaparezcan; es el camino de la idea del bien que
postuló José Martí.
En el territorio en el que desembarcaran Martí y Gómez se
encuentra ocupada ilegalmente una parte de nuestro territorio por la
base naval norteamericana en Guantánamo. Esa parte integrante de
nuestra tierra nos fue usurpada por el entonces naciente
imperialismo yanki hace ya más de un siglo y su devolución es un
reclamo irrenunciable del pueblo cubano. Asimismo, reiteramos la
exigencia de que nuestros cinco héroes: Ramón, René, Antonio,
Gerardo y Fernando que guardan ya más de una década de arbitraria y
cruel prisión sean liberados de inmediato.
Para estos grandes objetivos llevamos a cabo encuentros de
investigadores y estudiosos a fin de extraer conclusiones válidas
para este propósito.
La Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y la
Sociedad Cultural José Martí desde esta tierra cargada de historia,
de presente y de futuro, daremos cumplimiento, de esta forma, al
compromiso establecido.
Doctor Armando Hart Dávalos
Presidente de la Sociedad
Cultural José Martí
General de Brigada (r) Harry Villegas Tamayo
Vicepresidente Ejecutivo de la Asociación de Combatientes
de la Revolución Cubana