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El Congreso boliviano realiza este sábado un nuevo intento de
aprobar la ley electoral dictada por la Constitución, luego de
varias sesiones frustradas por la ausencia obstaculizadora de
parlamentarios opositores.
Declaro otro cuarto intermedio (receso) hasta el mediodía de
mañana, con la esperanza de que esta vez vengan a cumplir con su
deber, señaló la víspera el presidente nato del Legislativo, Álvaro
García.
Según el también vicepresidente de la República, los diputados y
senadores contrarios al gobierno carecen de argumentos para
boicotear la norma fijada por la Carta Magna, en aras de garantizar
los comicios generales del próximo 6 de diciembre y los regionales
de abril de 2010.
No hay un solo pretexto para dejar de asistir al Hemiciclo, el
pueblo les paga y no necesita gente que cobren e incumplan la
Constitución, advirtió.
De acuerdo con García, al parecer algunos parlamentarios
prefieren festejar la Semana Santa, en lugar de estar a la altura de
la situación del país.
Veremos si eligen la parrillada o el baile antes de cumplir con
la patria, apuntó la autoridad, quien aprovechó la presencia de
medios de prensa en el Congreso para pedir a los opositores el
retorno a la mesa de concertación.
Este jueves, cuando aparecía el consenso luego de 30 horas de
debates, legisladores rivales políticos del Movimiento al Socialismo
(MAS) dejaron la sesión, a pesar de haber llegado a un proyecto
común con el oficialismo.
Desde entonces han rechazado convocatorias a regresar,
esgrimiendo múltiples condiciones.
En el centro de la polémica se sitúa el padrón electoral y los
curules indígenas en el futuro Parlamento.
Los adversarios del ejecutivo piden una nueva nómina de votantes
o cambios drásticos en la misma, además de reducir la cantidad de
escaños para los pueblos originarios.
Aunque el MAS asegura estar abierto a las negociaciones, califica
la actitud opositora de interés de impedir los sufragios, por temor
-precisa- a sufrir otra derrota en las urnas.
Para expertos, resulta poco probable el retorno de los disidentes
al Hemiciclo este fin de semana, lo cual de materializarse generaría
una fuerte reacción de las organizaciones sociales y los partidarios
del proceso de cambio. Ya está en marcha una huelga de hambre
encabezada por el presidente Evo Morales y la Central Obrera
Boliviana anunció una acción penal contra quienes mantengan la
decisión de negar el establecimiento de la ley electoral.