Concha
Buika, uno de los fenómenos más interesantes que acontece en la
música española contemporánea, regalará al público habanero una
presentación única junto al maestro Chucho Valdés, el próximo martes
14 a las 8:30 p.m. en el teatro Amadeo Roldán.
La colaboración artística entre ambos se fragua por estos días en
la capital cubana, donde la mallorquina de origen ecuatoguineano y
el extraordinario pianista han unido su arte en un estudio de
grabación.
En medio de tales afanes aparece la figura del madrileño Javier
Limón, ángel tutelar del proyecto fonográfico, con horas de vuelo en
los trajines de la producción, donde ha sido responsable del
memorable Lágrimas negras y de discos de culto de Luz Casal,
el brasileño Carlinhos Brown y del argentino Andrés Calamaro.
Limón ha servido de puente para enlazar a Buika y Chucho en una
disco fundamentalmente basado en el repertorio de Chavela Vargas, la
mítica costarricense asentada en México desde la adolescencia, vista
en el filme Frida, junto a Salma Hayek, mientras cantaba La
llorona.
A Chucho, quien ha enlazado su prodigioso pianismo con las voces
del francés Charles Aznavour, el español Diego El Cigala, el
brasileño Ivan Lins y el cubano Pablo Milanés, le hizo ilusión este
empate musical con Buika.
El pasado enero, en declaraciones ofrecidas durante su
participación en el festival que organiza su colega Danilo Pérez en
Panamá, afirmó que le parecía interesante "una producción de jazz
latino con una voz cercana al flamenco pero con un timbre africano".
Buika debutó en el mundo discográfico con un álbum que llevó su
propio nombre por título, en el 2005; un año después grabó Mi
niña Lola y en el 2008 entregó Mi niña de fuego.