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Cientos de bolivianos en todo el país ratificaron hoy su decisión de
mantener la huelga de hambre iniciada este jueves, hasta lograr que
opositores radicales aprueben en el Congreso la ley electoral
dictada por la Constitución.
Los sumados a la medida de presión insisten en continuarla, a
pesar del llamado del presidente Evo Morales a interrumpirla
temporalmente por la Semana Santa.
Suspéndanla hasta el próximo lunes para que pasen la celebración
con su familia en paz, solicitó el jefe de Estado desde el Palacio
de Gobierno, donde junto a 13 dirigentes sociales instaló un piquete
de abstinencia alimentaria.
Aunque Morales pidió al pueblo posponerla, anunció que él la
mantendrá, mientras diputados y senadores opositores -precisó-
insistan en boicotear la norma requerida para garantizar los
comicios generales del próximo 6 de diciembre y los regionales de
abril de 2010.
Similar firmeza adelantaron los incorporados a decenas de grupos
de huelga de hambre creados en los nueve departamentos.
Continuaremos junto a nuestro presidente, advirtió el prefecto de
Cochabamba, Jorge Ledezma.
Por su parte, el líder del Movimiento al Socialismo en Oruro,
Florencio Choque, indicó que la medida de presión seguirá hasta
alcanzar el respeto a la voluntad popular plasmada en las urnas el
pasado 25 de enero, cuando el 61 por ciento de los votos válidos
aprobó la nueva Carta Magna.
De acuerdo con el máximo ejecutivo de la Coordinadora Nacional
por el Cambio, el también huelguista Fidel Surco, más de mil
personas participan ya en la abstinencia, cifra en franco
crecimiento.
En algunos lugares se han cerrado las puertas de los locales
donde existen piquetes, considerando el poco espacio disponible
respecto a la cantidad de ciudadanos empeñados en sumarse.