Espacio de regocijo espiritual y excelsa clase de música devino
el concierto de la primera orquesta de cámara femenina de Cuba,
Camerata Romeu, en Bayamo, capital de la oriental provincia de
Granma.
Belleza, pasión, juventud y virtuosismo se fundieron en la
emotiva presentación, que se inició con el estreno en el territorio
de la pieza Rounds, del norteamericano David Diamond, basada en la
melodía de los indios pieles rojas, pueblo autóctono de ese país.
También inspirada en el folclor y especialmente dedicada a los
niños que asistieron al coliseo, la agrupación interpretó la obra
Cinco danzas, del polaco Witold Lutoslawski.
En el concierto, efectuado anoche en el Teatro Bayamo, Zenaida
Castro Romeu, directora de la orquesta, alabó la belleza de ese
escenario, el trabajo de los proyectistas, la voluntad política que
permitió su construcción, y agradeció la hospitalidad de la Ciudad
Monumento, donde confesó sentirse muy emocionada.
El repertorio, seleccionado para retribuir el afecto del público
con lo mejor del pentagrama internacional, incluyó obras de
reconocidos compositores, entre ellos Astor Piazzola, Carlos
Fariñas, Julio Medina y Moisés Simons.
Momentos especiales fueron las ejecuciones de La bella cubana, de
José White, pieza simbólica para la cultura de la Isla, y "Camerata
en Guaguancó", de Guido López Gavilán, que estuvo acompañada por un
atrevido y exquisito despliegue escénico y danzario de la orquesta.
La Camerata Romeu, fundada en 1993, actuará hoy en la urbe
costera de Manzanillo, como parte de su gira por el Oriente del
país, y una vez más prescindirá de las partituras para lograr, a
través del contacto visual y espiritual, la complicidad y plena
satisfacción del auditorio.