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En vez de remendar los agujeros de las entidades financieras
internacionales, se necesita modernizarlas porque no supieron
cumplir sus tareas, aseguró hoy el presidente ruso, Dmitri Medvedev,
tras una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel.
En una intervención ante la prensa reportada aquí por el Primer
Canal de televisión, el estadista insistió en que la tarea clave del
grupo de los 20 (G-20) será determinar cómo reaccionar ante la
crisis.
El jefe del Kremlin reiteró en Berlín la idea que expresó este
martes en Moscú poco antes de partir, durante un encuentro con
ministros de Finanzas de la Comunidad de Estados Independientes: el
orden financiero global tiene que reformarse con urgencia.
Organizaciones multilaterales como el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) resultaron solo
parcialmente preparadas para afrontar la actual tragedia económica
planetaria, subrayó.
En su opinión, esa incapacidad justifica una refundación en el
plano organizativo y financiero, así como respecto a sus tareas y
objetivos.
Medvedev consideró que la reunión de Londres debe poner distancia
respecto al acuerdo de Bretton Woods de 1944 e iniciar un análisis
sobre la pertinencia de nuevos convenios.
Estos deben regir la vida del sistema financiero mundial "en una
década hacia delante, enfatizó.
Hizo votos porque se debata abiertamente en Londres sobre este
asunto, se dé continuidad al tema posteriormente por los expertos y
se abra la participación a otros estados.
Merkel, por su parte, dio a entender que Moscú y Berlín coinciden
en esencia de cara a la cumbre del G-20.
Confío en que nuestras posturas sean afines, sostuvo ante los
periodistas.
El G-20 está integrado por las ocho economías más desarrolladas
del mundo: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña,
Italia, Japón y Rusia.
A ellos se suman Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil,
China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía,
más la Unión Europea como bloque integracionista.
En conjunto, representan casi el 90 por ciento del producto
Interno bruto (PIB) global, 80 por ciento del comercio internacional
y casi un 60 por ciento de toda la población de la Tierra.