.—
La 50 asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
concluyó hoy en esta ciudad con pocas esperanzas para la región ante
los efectos de la crisis financiera internacional.
La institución financiera espera que en los próximos meses los
gobiernos del área contribuyan a su recapitalización para que, según
sus directivos, el BID pueda estar en condiciones de ayudar a paliar
las turbulencias de la economía mundial.
Según se informó, el BID dispone de 100 mil millones de dólares
de capital, que propone aumentar a 280 mil millones, aunque su
presidente, Luis Alberto Moreno, reconoció que ese proceso podría
demorar por lo menos un año.
Moreno no dejó mucho margen al optimismo al admitir que las
necesidades de los países del área son enormes y crecerán aún más a
medida que la crisis se profundice.
En el cierre de la asamblea se escucharon voces que reclaman un
papel del BID más acorde con las necesidades reales de desarrollo en
la región.
Al respecto el ministro de Economía de Venezuela, Alí Rodríguez,
señaló que su país apoyará la medida propuesta siempre que sea para
combatir la pobreza y desarrollar inversiones que ayuden a crear
empleos.
Para algunos analistas la recapitalización del banco pasa
necesariamente por la decisión que tome Estados Unidos, que acumula
el 30 por ciento de las acciones, y cuyos representantes no
rechazaron la propuesta, pero se manifestaron con cautela.
En paralelo a la reunión del BID se celebró aquí la Asamblea de
los Pueblos, con representantes de decenas de organizaciones no
gubernamentales con puntos de vista muy distintos sobre el papel que
ha desempeñado el BID a lo largo de este medio siglo.
Para los asistentes a la Asamblea, en ese período poco ha
contribuido el BID con sus préstamos al desarrollo de los países del
área, ni tampoco ha promovido políticas hacia un crecimiento
sustentable y con equidad.