.—
Al menos 20 personas murieron y unas 300 desaparecieron en un
naufragio en las costas de Libia, confirmó el portavoz de la
Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Jean-Phillipe
Chauzy.
Múltiples salidas ilegales ocurrieron en las últimas horas desde
la zona costera del país africano, y las fuentes divergen en el
número de embarcaciones que zozobraron, de uno a tres barcos con
sobrepeso que no soportaron la presión de los fuertes vientos.
El Ministerio libio del Interior confirmó también la tragedia y
agregó que una cuarta embarcación a punto de naufragar pudo ser
repatriada a Libia.
La OIM recalcó que los incentivos para la inmigración ilegal se
reforzarán por la caída de los volúmenes de remesas y del precio de
las materias primas agrícolas, cuyas exportaciones son la principal
fuente de ingresos para numerosos países africanos.
Por su parte, el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los
Refugiados, Ron Redmon, advirtió en Ginebra que es el inicio de la
temporada de tráfico de la inmigración clandestina.
Estos naufragios ilustran una vez más el peligro al que se
exponen las personas en las corrientes migratorias que mezclan
emigrantes económicos y refugiados, en el mar Mediterráneo y en
otras zonas, causando miles de muertos cada año, enfatizó.
Los guardacostas libios lograron rescatar 20 personas, entre
ellas seis egipcios, pero se desconoce el paradero del resto de los
navegantes de diversas nacionalidades, árabes y africanas.
Libia, con un litoral marítimo de mil 770 kilómetros en el
Mediterráneo, es centro de destino de ciudadanos del este y sur de
África, victimas del tráfico humano hacia las costas europeas, en
condiciones precarias de navegación, provocando miles de muertos.