El primer libro producido por una imprenta Braille en Cuba, de la
autoría de Alberto Boix y titulado "Así es Cuba", cumple su
aniversario 55.
Este texto se imprimió en 1954, en viejos equipos donados al
hogar industrial para ciegos del Club de Leones de La Habana, y
algunos ejemplares se encuentran en bibliotecas y áreas de lecturas
para discapacitados.
Anterior a esa fecha los textos en Braille se transcribían de
forma manual, punto a punto, y más tarde en máquinas de escribir,
letra a letra, lo que resultaba trabajoso y poco productivo.
Después del triunfo de la Revolución se publicó, a principios de
la década de los años 60, la primera Declaración de La Habana, y en
1987 se inició la producción sistemática de ese tipo de literatura
con la tirada de "La edad de oro" y "La historia me absolverá".
Hoy funcionan dos imprentas Braille, una de la Asociación
Nacional del Ciego y la otra, del Ministerio de Educación, las
cuales garantizan materiales de lectura a los invidentes.