Alfredo Deriche, presidente de la Unión Árabe de Cuba (UAC),
destacó hoy en La Habana que en este año realizarán actividades
políticas, culturales, sociales y recreativas para celebrar el
aniversario 30 de la creación de esa organización.
Recordó que fue el cuatro de abril de 1979 cuando se dieron un
abrazo unitario las comunidades cubano-árabes de origen libanés,
sirio y palestino para fundar la UAC, con la finalidad de preservar
además la identidad, cultura, costumbres, tradiciones y lazos
afectivos con las patrias de sus antepasados.
Mencionó entre las actividades más relevantes en abril la
imposición del Sello distintivo por la efeméride a personalidades
locales, la colocación de una ofrenda floral ante el monumento a
José Martí en la Plaza de la Revolución y ante el panteón
perteneciente a esta comunidad en la necrópolis de Colón y encuentro
con fundadores de la UAC.
También la organización en mayo del XIV Festival Internacional de
la Poesía, dedicado al bardo palestino Mahmud Darwish, la
celebración en junio del Día del orgullo árabe, el Simposio
Internacional la Impronta árabe en el mundo, y en diciembre la
premiación del concurso literario Abdala .
Igualmente centrará la atención la presentación de libros,
proyección de un filme árabe en un espacio televisivo nacional, y la
colocación de una tarja en reconocimiento al asentamiento del barrio
árabe de La Habana.
Deriche destacó el carácter patriótico y revolucionario de las
comunidades cubano-árabes, la lucha por la causa árabe y palestina,
en particular, y condenó el genocidio cometido por el régimen
sionista de Israel en Gaza.
La ocasión resultó propicia para que la UAC reconociera el
trabajo de los periodistas de la Isla por el Día de la Prensa
cubana, que tiene lugar por estos días.
Juan Ayús, presidente de la Asociación Cubana de Comunicación
Social en Ciudad de La Habana, rindió especial reconocimiento al
periodista iraquí Muntadhar al-Zaidi, quien, en denuncia por la
destrucción y los numerosos muertos causados por la guerra de EE.UU
contra su país, tiró sus zapatos al entonces presidente
norteamericano George W. Bush.