Según un informe del Centro de Defensa de los Inmigrantes de la Florida (FIAC, en inglés), el sistema de asistencia sanitaria a emigrantes encarcelados en este país es peligrosamente deficiente.

Mejorar los servicios de salud brindado a los presos de origen extranjero debería ser una prioridad para el gobierno de Barack Obama, recomienda el reporte.

De acuerdo con la directora ejecutiva del FIAC, Cheryl Little, la falta de acceso a la atención médica es la principal preocupación de los detenidos.

El informe revela demoras, negación de cuidados, insuficiencia de personal calificado y conducta abusiva de algunos miembros del personal clínico y penitenciario.

La directora de políticas del FIAC, Susana Barciela, indicó en conferencia de prensa que existen casos de personas a las que les dieron medicinas equivocadas.

Barciela refirió el caso de una mujer con artritis a la que no le suministraron sus medicinas mientras estuvo prisionera y cuando salió del penal no pudo caminar, por tanto está postrada en una silla de ruedas.

La investigación presenta varios casos de embarazadas con grilletes, mientras pacientes con dolores de apendicitis son ignorados por los médicos.

El FIAC basó su estudio en entrevistas, conversaciones telefónicas y cartas con detenidos y funcionarios de prisiones y de inmigración.