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El Consejo Supremo de Antiguedades de Egipto (CSA) abrirá al público
dentro de unos meses la pirámide inclinada de Dahshur, perteneciente
al faraón Snefru, y el próximo año las de Amenemhat III y Sesostris
II.
La decisión obedece al interés de que los turistas nacionales y
foráneos puedan explorar las cámaras mortuorias interiores de esa
estructura construida hace cuatro mil 500 años en tiempo de Snefru
(2575-2551 a.n.e.), fundador de la dinastía IV.
En una nota del CSA, su secretario general, Zahi Hawass,
pronosticó que para un mes o dos se abrirá por primera vez al
público la pirámide inclinada, llamada así por el desnivel que
presenta y el ladeado en la parte superior.
Hawass explicó que el desarrollo de la zona de Dahshur, al sur de
esta capital, requiere una inversión de tres millones de dólares
para, entre otras cosas, protegerla de la urbanización improvisada
que la circunda, como ocurre con las famosas pirámides de Giza y la
Esfinge.
Agregó que el proyecto de Movilización del Sitio Patrimonial
Mundial de Dahshour para el Desarrollo Comunitario, persigue
proteger las pirámides y otros monumentos de la zona, a la vez que
impulsa el desarrollo sustentable, incluida Giza.
La idea, puntualizó, es también impulsar el manejo apropiado de
los recursos culturales y ecológicos, además de generar ingresos con
la afluencia de visitantes.
Dahshur es parte integral del sitio de Memphis y sus necrópolis,
también Patrimonio Cultural de la UNESCO, y allí se localizan cinco
pirámides, incluidas las de Bent y Red de Snefru, la de Amenemhat II
(1919-1885 a.n.e.) y la de Senwosret III (1878-1840 a.n.e.).
Igualmente alberga el sepulcro de Amenemhat III (1859-1813 a.n.e.),
conocido como la pirámide negra, y varias tumbas de la dinastía XII,
junto con una necrópolis grecorromana con cierto grado de deterioro.
La pirámide más famosa de Dahshur se distingue por su perfil
irregular y porque sus laterales ascienden en ángulo empinado hasta
un punto en que disminuye abruptamente en un ascenso de forma más
llana hacia la cúspide.