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El presidente ruso, Dmitri Medvédev, urgió hoy a solucionar las
insuficiencias de carácter defensivo en las Fuerzas Armadas que
afloraron durante el conflicto bélico desatado por Georgia en agosto
de 2008.
La guerra en Osetia del Sur develó una serie de fallas en el
Ejército que exigen una inmediata solución, afirmó Medvédev durante
una reunión ampliada con el Ministerio de Defensa.
El mandatario consideró que los hechos relacionados con el
conflicto del Cáucaso son motivo de una profunda reflexión y deben
derivar en determinadas conclusiones, en cuanto a errores e
insuficiencias de nuestra parte, subrayó.
Refirió directamente los problemas que afrontan las Fuerzas
Armadas rusas en el aseguramiento y modernización de determinados
armamentos, así como el estado de las comunicaciones, lo cual
requiere una urgente corrección, aseveró el gobernante ante la plana
mayor castrense.
Insistió en que el potencial de conflictos en las regiones
limítrofes con Rusia y la ampliación de la Alñianza Atlántica (OTAN)
en torno a sus fronteras exigen una modernización urgente de los
indicadores de calidad de las Fuerzas Armadas.
Según Medvédev, el Gobierno no renunciará a los planes de rearme
a gran escala del Ejército y a la modernización de la capacidad
defensiva del país, en concordancia con las nuevas realidades,
amenazas y desafíos globales.
Al respecto notificó que es prioridad del Consejo de Seguridad
alistar en breve lapso la nueva estrategia de salvaguarda nacional
en el período hasta 2020.
Dijo que todos los planes a largo plazo deberán fundamentarse en
esa política de seguridad nacional.
Unido a ello el jefe del Kremlin prometió materializar el
programa de rearme del Ejército y la Flota a partir de 2011,
premisas para un reforzamiento de la capacidad defensiva de las
tropas, recalcó.
Otra primacía en esa concepción defensiva lo ocupan la
fortificación y modernización de los medios y fuerzas estratégicas
nucleares, decisivas en el potencial persuasivo ruso.
Medvédev incluyó en la agenda del mando militar el traspaso de
todas las agrupaciones y unidades a la categoría de permanente
preparación combativa.
El alto mando y el gobierno efectuaron en noviembre de 2008 un
análisis crítico sobre la preparación de las Fuerzas Armadas al
calor de la llamada guerra del Cáucaso de agosto pasado, tras el
ataque de Georgia contra Osetia del Sur. Cerca de 80 pacificadores
rusos murieron durante esa conflagración.
Rusia activó en pocas horas una demoledora operación de
imposición de paz a Tiflis que obligó al repliegue de las tropas
georgianas, cuyo ataque a Tsinvalí y otras regiones osetas dejó un
saldo de más de mil 600 muertos, en su mayoría mujeres y niños.