SAN SALVADOR.— En una lucha electoral que será reñida, los candidatos Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y Rodrigo Ávila, de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), se disputarán la presidencia de El Salvador este domingo.

Funes y Ávila. El candidato que resulte electo recibirá un país donde 12 personas mueren diariamente debido a la ola de violencia.

El candidato que resulte electo, sin embargo, recibirá un país con severos problemas sociales en materia de salud, desarrollo social y seguridad pública, en un año marcado por la crisis económica global.

Casi el 35% de la población salvadoreña, de más de 5,7 millones de habitantes, tiene entre 5 y 19 años de edad. Pero aquí, cada ocho días muere un niño víctima de la diarrea y 12 personas mueren diariamente debido a la ola de violencia.

El año pasado la gastroenteritis aguda, una enfermedad viral prevenible si se medica a tiempo, cobró la vida de 44 menores, según el registro de Estadísticas Forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) salvadoreño. Veintiséis de ellos fallecieron en casa, lejos de un centro hospitalario.

En El Salvador muchos niños viven en condiciones de extrema pobreza.

Son apenas una pequeña fotografía de un sistema de salud pública deficiente que destina cuatro médicos por cada 10 000 habitantes, lo que equivale a uno por cada 2 500. Según el censo nacional del 2006, la tasa de mortalidad infantil es de 12,75 muertes por cada 1 000 niños que nacen vivos.

Datos del 2004 de la CEPAL revelan que el 47,5% de la población vive en pobreza total y el 19% en extrema pobreza. El salario mínimo no cubre el costo de la canasta básica alimentaria, y deja poco margen para cubrir otros gastos como vivienda, salud, vestuario y educación, advirtió el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en su estudio Impacto de la crisis alimentaria en Centroamérica.

El Salvador, con apenas 21 000 kilómetros cuadrados, ocupa el primer puesto en el ranking de asesinatos en el continente, con una tasa de 67,8 homicidios por cada 100 000 habitantes.

Hace cinco años, el actual presidente Elías Antonio Saca, recibió el país con ocho homicidios diarios. El próximo lo recibirá con doce.