El animal, oriundo de Birmania, mide apenas 17 milímetros y en su boca tiene dos colmillos de hueso que recuerdan a los del archifamoso vampiro Drácula, por lo que recibió el nombre científico de Danionella dracula.

Sin embargo, estos colmillos tienen la función de empujar al oponente, no de hacerles daño, según el doctor Ralf Britz, del Museo de Historia Natural.

Este pececito fue trasladado a Gran Bretaña para ser exhibido en un acuario.

En principio, los científicos pensaron que se trataba de una especie relacionada, pero cuando comenzaron a morir al año de cautiverio y los analizaron bajo el microscopio, descubrieron lo que creyeron eran dientes.

Al efectuar un análisis detallado que consistió en marcar el hueso y el cartílago con diferentes colores y emplear una enzima para disolver el músculo, se percataron que tenían colmillos además de protuberancias filosas.

Los análisis de ADN permitieron ubicar a esos peces en su árbol genealógico y se piensa que el Danionella dracula perdió sus dientes hace unos 50 millones de años.

Además es posible que la madurez sexual del pez llegue cuando aún su cuerpo no se encuentra totalmente desarrollado.