El ataque aéreo se produjo a pesar de los continuados esfuerzos regionales para conseguir una tregua duradera entre el gobierno de Tel Aviv y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), luego del alto el fuego unilateral declarado el 18 de enero.

Un portavoz de las Brigadas Al-Quds, brazo armado de la Jihad Islámica, reivindicó los disparos de cohetes -que no causaron víctimas- como respuesta al horrible crimen cometido esta mañana contra el campamento de refugiados palestinos de al-Maghazi.

Fuentes militares israelíes confirmaron que en esa zona central de Gaza sus aviones no tripulados lanzaron un misil con el objetivo de abatir a hombres que supuestamente habían disparado un cohete antitanque contra una base militar en el otro lado de la frontera.

Una de las víctimas mortales fue un miliciano de la Jihad (Guerra Santa) Islámica y la otra pertenecía al Frente Democrático de Liberación de Palestina, precisaron voceros de ambas agrupaciones.

La noche del miércoles un ataque israelí contra el campamento de refugiados de Jebaliyah, en el norte, causó la muerte de Khaled Shaalan, importante comandante de las Brigadas de Al-Quds, y heridas de gravedad a su segundo, Hamzia al-Naha, además de lesiones a otros.

El jefe de los servicios de emergencia de Gaza, Moaweya Hassanein, informó que cinco personas habían sufrido heridas al ser alcanzado el automóvil en el cual circulaban por Jebaliyah.

Los ataques israelíes y las respuestas de grupos islamistas con cohetes y morteros se mantienen, pese a la tregua decretada por separado después de 22 días de bombardeos contra Gaza, que causaron más de seis mil 600 muertos y heridos palestinos.

Egipto ha gestionado un cese del fuego duradero, pero Israel condicionó a última hora su aceptación a la liberación del soldado Gilad Shalit, capturado por Hamas en 2006.

La agrupación islamista se niega a excarcelar al militar israelí y señala que su suerte debe ser negociada en otro momento como parte de un canje de más de mil palestinos presos en territorio israelí.