Oficina Territorial de Normalización en Villa Clara

Por una cultura de la calidad

Freddy Pérez Cabrera

Cualquier ciudadano que en la región central de Cuba llegue a un mercado, tienda, correo, hospital o cualquier otro centro encargado de prestar un servicio y sea bien atendido porque le entregan un producto con el peso, la medida y la calidad establecidos, está recibiendo los frutos del trabajo de la Oficina Territorial de Normalización (OTN) de Villa Clara.

En sus 20 años el centro ha realizado más de 150 000 verificaciones y calibraciones, además de 250 evaluaciones de la calidad, como promedio anual.

Surgida el 9 de febrero de 1989 la institución ha desempeñado, un papel decisivo en el control de la calidad y la protección al consumidor, al comprobar los instrumentos de medición utilizados por las empresas y entidades para evaluar los parámetros de sus productos, garantizando los patrones nacionales.

La máster Sonia Hernández Méndez, directora del centro, explica que, aunque falta un largo trecho por recorrer en materia de prestación de servicios con la calidad requerida, y de acuerdo con las normas en las empresas, han ido ganando conciencia de la importancia de ser serios y confiables en el uso de los instrumentos de medición.

Hoy, por ejemplo, resulta imposible tratar de vender un artículo en el mercado internacional que no esté certificado por nosotros, de ahí que el 100% de los productos de exportación estén avalados por esta entidad. Todas las básculas ubicadas en los puertos, desde Ciego de Ávila hasta Ciudad de La Habana, son revisadas de manera sistemática, garantizando así que no haya adulteraciones, asegura la directora de la OTN.

Pero no basta con esos controles a mercados, unidades del comercio minorista, centros de venta de combustibles, farmacias o empresas, porque lo más importante es el personal que opera esos instrumentos, refiere la directora, quien pone como ejemplo violaciones detectadas en algunos agromercados por falsificación de las pesas.

Esa es la parte más sensible de nuestro trabajo, porque es el que más ve el pueblo, de ahí que, de conjunto con otros ministerios como el de Auditoría y Control y el Consejo de la Administración Provincial, hayamos arreciado las verificaciones a sectores como el comercio, la gastronomía y la agricultura que son más vulnerables al delito por tener instrumentos de medición muy viejos y por lo tanto más fáciles de adulterar.

Otros puntos sensibles de la economía y los servicios donde la Oficina Territorial de Normalización interviene es en el control de los instrumentos de medición utilizados para el cobro, transmisión y distribución de la energía eléctrica; la capacidad de almacenamiento de los tanques de combustibles y la calibración de las bombas usadas para vender petróleo y gasolina.

 

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