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El gobierno venezolano pidió hoy a Estados Unidos abandonar
prácticas imperiales como la realización de informes que juzgan
asuntos internos de otros países.
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, aclaró que su gobierno
rechaza un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos que
critica la situación de derechos humanos en Venezuela y otros países
de la región.
En declaraciones a reporteros en la Asamblea Nacional, Maduro
aseguró que se trata de un informe plagado de mentiras y alimentado
de fuentes tergiversadas, medios de comunicación y partidos de
derecha que está siendo repudiado por el mundo entero.
El ministro venezolano calificó el documento de injerencista y
malintencionado y aseveró que ningún gobierno puede inmiscuirse,
juzgar o calificar situaciones de otros países en un mundo
pluriplural.
No aceptamos que ningún gobierno se ubique por encima de los
otros. Llamamos a la administración estadounidense a que cese los
ataques y prácticas imperiales que golpean las posibilidades de
nuevas relaciones entre Estados Unidos y los gobiernos soberanos de
América Latina.
Sobre el presidente Barack Obama, Maduro aclaró que se trata de
una administración que está arrancando, pero ya se le han hecho
varios llamados para que cesen las practicas imperiales de sus
estamentos y su burocracia.
El canciller venezolano aclaró que ningún gobierno está dispuesto
a aceptar prácticas injerencistas y son los venezolanos quienes
debaten sobre la realidad interna.
Le tocaría a Estados Unidos, subrayó, meterse en sus asuntos y
procesar los graves problemas de corrupción bancaria y crisis.
Coincidentemente el presidente de la comisión parlamentaria de
Energía y Minas de Venezuela, Ángel Rodríguez, acusó a funcionarios
estadounidenses de mantener la presión sobre el país debido a su
política de soberanía petrolera.
En opinión del legislador el informe responde a la fragilidad de
Estados Unidos debido a su voraz consumo de hidrocarburos que no se
ha detenido ni con la crisis financiera mundial.
De allí, precisó, la necesidad que tienen sus gobernantes de
imponer la manipulación ideológica y su poderío militar para dominar
a los suplidores importantes de petróleo, dijo Rodríguez.