.— La Agencia de Protección
Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) analiza hoy la decisión
del anterior gobierno de Estados Unidos de hacer menos estricta la
regulación de varios contaminantes.
La acción de la EPA está motivada por una orden del Tribunal de
Apelaciones del Distrito de Columbia, que consideró las normas
impuestas por el ex presidente George W. Bush contrarias a la ley y
no están fundadas en una decisión debidamente argumentada.
En el 2006, la entonces administración Bush disminuyó el estándar
de la exposición a largo plazo, pese a las recomendaciones de los
científicos de la EPA.
Al justificar su decisión, la corte estimó que esos contaminantes
han sido vinculados al cáncer de pulmón y al asma.
Días atrás la EPA anunció su intención de estudiar la regulación
de las emisiones de dióxido de carbono en el país, iniciativa
defendida por los ecologistas.
En diciembre último Bush redactó un memorando que rechazaba
cualquier intervención de la EPA para recortar la emisión de ese
gas, dañino a la atmósfera.
Si la EPA aprueba la medida sería el primer paso para poner
límites en el país a la polución de los llamados gases de efecto
invernadero, destacó el diario The New York Times.
Desde que en 2007 la Corte Suprema de Justicia dictaminó que el
dióxido de carbono debe ser considerado un contaminante bajo el Acta
de Aire Limpio los ecologistas impulsan esa iniciativa.
El presidente Barack Obama firmó el pasado mes un decreto que
exhorta a la EPA a revisar estándares domésticos en este acápite
para convertir -dijo- a la nación en un territorio menos expuesto a
la polución atmosférica.
La resolución de Obama revierte así la decisión de Bush, lo cual
motivó que California y otros estados presentaran una demanda contra
la Agencia.