Kabul, 25 de febrero.— La explosión de una bomba en el sur de
Afganistán ocasionó hoy la muerte a tres soldados británicos
pertenecientes a la Fuerza Internacional de Apoyo a la Seguridad (ISAF),
bajo el mando de la OTAN, en una jornada que se caracterizó por la
violencia que causó otros 32 decesos en la nación centroasiática.
Los militares británicos, del Primer Batallón de Los Rifles,
fueron atacados durante una operación de escolta en el distrito de
Gereshk, en la provincia meridional de Helmand, señaló en un
comunicado el portavoz de la ISAF, Richard Blanchette. Gran Bretaña
tiene desplegados 8 000 soldados en Afganistán, la mayoría
concentrados en el sur.
Hasta la fecha, 148 efectivos de las Fuerzas Armadas británicas
perecieron en la nación centroasiática desde que Estados Unidos
invadió el país. Por otra parte, seis soldados locales resultaron
heridos en una acción dinamitera contra un convoy militar en la
ciudad sureña de Kandahar, mientras los bombardeos aéreos
norteamericanos y ofensivas de sus aliados en el centro de la nación
ocasionaron la muerte a por lo menos 32 personas, reportó DPA.