La Muestra Nacional de Nuevos Realizadores, que ya lleva ocho
años entregando indagaciones e inquietudes fílmicas de las
emergentes generaciones de cineastas, quedó inaugurada en la Sala
Chaplin con una representativa selección de algunos de sus
materiales en concurso.
Todo comenzó con la proyección del animado Comunidades
modernas, de Lester Harbert, que con un original diseño alejado
de los cánones hollywoodenses se adentra en una remota tribu donde
una profesora imparte una clase sobre la sociedad contemporánea. Se
proyectaron los cortos de ficción A la hora de la sopa, de
Gretel Medina, interpretado por Beatriz Viñas y Mario Guerra, que
narra las miserias de una vida de dependencia mutua entre ambos
individuos de la pareja y, Oda a la piña, de Laimir Fano, la
historia de una bailarina, interpretada por Limara Meneses, que
pierde el ritmo propiciando un paradójico juego con el homónimo
poema fundacional de la literatura cubana.