Una singular descarga trovadoresca, marcada por su personalidad
irreverente y letras apasionadas, regaló el cantautor cubano Kelvis
Ochoa a los hijos de Bayamo, capital de la provincia de Granma.
El concierto, efectuado en la noche de este martes en el Teatro
Bayamo, inició al ritmo de Mi curandera, tema en el que el artista
incluyó una improvisación motivada por la belleza y el heroísmo de
la Ciudad Monumento, escenario de hechos trascendentales para la
historia y la cultura de la Isla.
Acompañado por su grupo interpretó Quédate y Me diste en el
corazón, canciones recogidas en el disco Amor y Música, que grabó
junto al productor Descemer Bueno y tuvo como invitados a los
trovadores Carlos Varela y Polito Ibáñez.
En la despedida, Kelvis Ochoa complació a los presentes con la
contagiosa melodía de La conga, y fue agasajado por la Asociación
Hermanos Saíz, de Granma, y los artistas de la plástica Rayven
Friman y Guillermo Espinosa.
Descendiente de una familia de músicos, Kelvis Ochoa integró el
conjunto Cuatro Gatos y más tarde el movimiento Habana Abierta, con
el cual grabó un disco de igual nombre, en 1997, y otro titulado 24
horas, en 1999.
Posee dos fonogramas en solitario y participó además en la banda
sonora de la película Habana Blues, del realizador español Benito
Zambrano, arreglo que obtuvo el Premio Goya 2006 a la mejor obra
original en la duodécima edición de esos lauros del cine de España.