Más de medio millón de bovinos se tratan con la vacuna cubana
GAVAC, para el control de las garrapatas, informó hoy en la ciudad
de Guantánamo el Doctor Carlos Borroto, subdirector del Centro de
Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), de Ciudad de La Habana.
Durante el Taller Provincial de análisis de lucha contra esos
ectoparásitos, el científico elogió los resultados de la aplicación
en Cuba de ese inmunógeno, aplicado hace trece años y obtenido por
vía recombinante en el CIGB.
Subrayó que -de los creados en la institución- ese es uno de los
productos que más impacto ha tenido en el sector agropecuario y
aclaró que el objetivo primario es cubrir primero las necesidades
del país, si bien se comercializa en otros países.
Estamos satisfechos con sus resultados, que han incidido en la
disminución de la focalidad, morbilidad y mortalidad de la masa
bobina, pero no con su extensión, precisó.
Hasta ahora se restringe a las empresas estatales ganaderas, pero
el objetivo de estos talleres provinciales es ampliarlo a
productores privados, unidades básicas de producción cooperativa y
al Ministerio del Azúcar, entre otras entidades, explicó a la AIN.
Esa ampliación será posible por una nueva planta instalada en el
CIGB de Camagüey y que anualmente aportará varios millones de dosis
del biopreparado, añadió.
Borroto resaltó que GAVAC ha contribuido a la salud de la masa
vacuna del archipiélago, al mermar las condiciones de proliferación
de las garrapatas Bophilus microplus y Bophilus annulatus, y aclaró
que ese avance es efecto de un programa integrado por varias
instituciones.
Mencionó entre estas, además de los CIGB de la capital del país y
el camagüeyano, al Instituto de Medicina Veterinaria, y a su Centro
Nacional de Parasitología y a la rama de la ganadería del Ministerio
de la Agricultura.
Considerada una de las siete maravillas de la biotecnología
cubana, la vacuna comenzó a producirse establemente en 1999.
Antes de su empleo, eran miles los focos de infecciones
hemoparasitarias provocadas por las garrapatas en el ganado bovino,
para combatir los cuales se empleaban más de 500 toneladas de
garrapaticidas químicos, a un costo de 12 millones de dólares
anuales.
Con GAVAC se redujeron 10 veces las importaciones de aquel
elemento químico y a menos de 60 los focos por año.