La empresa, perteneciente al Ministerio de la Industria Sidero-Mecánica
y fundada por Fidel el 1981, reporta eficiencia económica. En el
pasado año, la productividad fue de 9 818.6 pesos por trabajador y
el salario promedio unos 415 pesos, indicadores que constatan un
aprovechamiento de la jornada laboral, según los especialistas.
De igual modo sobrecumplen los planes de ventas, de utilidades;
mientras el costo por peso de venta es de 71 centavos.
Actualmente acomete dos líneas de implementos agrícolas: para el
MINAZ y empresas agropecuarias del MININT y las FAR.
Entre los principales renglones hay varios para el laboreo de las
tierras, sembradoras de papa y multiarados.
La constante información económica, dice Lucrecia Nordet, jefa
del Departamento de Planificación y Precios, permite que los
trabajadores conozcan los resultados de cada día, lo cual contribuye
a elevar la productividad.
En la sustitución de importaciones aparece entre las más
destacadas en este oriental territorio, con resultados superiores a
1 200 000 pesos en la fabricación de equipos y dos millones por
piezas de repuesto, según el ingeniero Luis Torres, especialista de
mercadotecnia.
Por este concepto —añade— entregó a principios de año, cerca de
10 implementos nuevos.
Destacan la chapeadora, los remolques agrícolas, el fertilizador
cañero, las gradas de roturación y distintas piezas de repuesto para
los ministerios de la Agricultura y del Azúcar.
Entre los desafíos actuales, la entidad enfrenta la producción de
equipos con miras a sustituir los que llevan años de explotación.
Igualmente, el envejecimiento de la fuerza calificada y la no
incorporación de técnicos de nivel medio, o de egresados de carreras
técnicas afines al sector, señala Torres.
En materia de exportación, la fábrica incorpora, además de las
bridas —accesorio empleado para el acoplamiento de todo tipo de
tuberías—, equipos como la superfertilizadora, dos escarificadores y
un subsolador ligero, destinados a la República Bolivariana de
Venezuela.