Programa de construcción de viviendas

Y aún se puede lograr más

Pastor Batista Valdés

LAS TUNAS.— Al examinar estadísticas asociadas al programa de la vivienda en esta oriental provincia, acude a la memoria aquel llamado del Comandante en Jefe Fidel Castro, devenido estilo esencial para cualquier tiempo futuro: convertir el revés en victoria.

Sin descuidar la colosal tarea de la recuperación, Las Tunas se propone construir 3 829 viviendas en el 2009.

Basta centrar atención en el último cuatrimestre del pasado año. Más de 80 000 hogares resultaron dañados por los huracanes Ike y Paloma (13 676 de ellos totalmente derribados). Tales perjuicios complicaron aún más el panorama de un territorio que hasta ese momento tenía casi la mitad de su fondo habitacional en regular o mal estado.

Sobre la base de los materiales existentes en la provincia, y de toda la ayuda que pudiera ofrecer el país, había que enfrentar la inesperada situación: difícil todavía para miles de familias, a pesar de lo que ciertamente se ha avanzado.

“Si los organismos y colectivos apoyaran más a sus trabajadores, el programa avanzaría mejor”, opina Guillermo Enríquez.

Que la nación movería cielo y tierra para llegar de manera gradual hasta el último damnificado, eso nadie lo dudó. Lo que tal vez algunos se preguntaron fue si, en medio de aquella tragedia, Las Tunas renunciaría a concluir las 2 882 viviendas fijadas para el año.

La determinación fue clara desde el principio: ¡No!

Al terminar diciembre, los controles daban cuenta de 2 996 hogares construidos (114 por encima de lo planificado), en medio del empeño paralelo para reponer miles de techos, levantar paredes, crear facilidades temporales para los casos más críticos¼

Otra frase, igualmente histórica, pero expresada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, acentuaba por minuto su permanente vigencia: ¡Sí se puede!

Construcciones para médicos: un reto también al buen gusto y a la calidad.

LLEGAR MÁS LEJOS AÚN

El diálogo con Rubén Peña Roselló, director provincial de la Vivienda, despeja cualquier vestigio de triunfalismo, aun cuando Las Tunas tiene la particularidad de que todos sus municipios cumplieron, y el programa prevé cifras más altas en el actual año (3 829).

"Pudimos y podemos hacer más en este sensible tema, admite Rubén. Todavía faltan organización y empuje en la documentación inicial, preparación más rápida de las áreas para construir asentamientos, agilidad en los proyectos, uso más oportuno y eficiente del transporte para los materiales, apoyo de los organismos y centros laborales a sus respectivos trabajadores¼ ".

Guillermo Enríquez, profesor de un instituto preuniversitario, conoce esa realidad.

"He recibido los materiales —afirma— y no me puedo quejar. Mi problema es la mano de obra: casi todo el tiempo he estado solo y esta labor no es fácil, sobre todo para quienes hemos tenido que aprender sobre la marcha¼ Yo jamás había puesto ni un ladrillo."

Con más apoyo, también Abelardo Lago, del INDER, hubiera terminado antes su vivienda. "Me concedieron un año de licencia —dice—, pero uno solo no avanza igual. Los albañiles cobran muy caro. No siempre tenemos el dinero que piden¼ No obstante, ya estoy aquí, viviendo en mi nueva casa, junto a mi madre y a mi esposa".

Elizet Izquierdo, subdirectora en la Unidad Provincial de Inversiones de la Vivienda, reconoce que urge fortalecer internamente ese sistema.

La inestabilidad en los cuadros de las unidades municipales ha entorpecido el trabajo durante años. En el 2008, por ejemplo, excepto un municipio (Majibacoa), todos los demás registraron movimientos. Así es muy difícil lograr la sistematicidad, rigor, eficiencia, organización y calidad que demanda el programa. No por casualidad, la población se queja de morosidad en determinados trámites, extravío de documentos y otras irregularidades, aun cuando esos casos están disminuyendo, según considera Rubén Peña.

Terminar ahora 3 829 viviendas (3 200 de ellas para devolverles tranquilidad y bienestar a igual número de familias que sufrieron derrumbe total bajo la furia de Ike y Paloma) se dice fácil, pero requiere extrema organización, control, exigencia e integración de voluntades, desde el barrio y la circunscripción, hasta las instancias de provincia y nación.

De lo contrario podrían malograrse también la rehabilitación y conservación de inmuebles, vertientes en las que la provincia superó, igualmente, su programa de trabajo según valoraciones de Bárbara Ramírez, subdirectora provincial, a la vez que se vislumbran mejores perspectivas para este 2009, incluidos los edificios multifamiliares, con un deterioro acumulado durante décadas de serias limitaciones materiales y de falta de un adecuado mantenimiento.

El propósito es colosal. En igual medida se debe obrar. Demostrado está que se puede¼

A quienes llevan meses y años tratando de terminar su vivienda, también debe llegarles el esperado día en que puedan habitarla, como la estomatóloga tunera Nelvis Leyva Fontaine (mediados del 2008), o expresar lo mismo que su hermana Noris: gracias al Estado cubano, desde el 2001 tengo mi casita allá en Delicias. No será una excelencia, pero está bien hecha. El ciclón batió duro toda la zona, pero ella resistió. Ni el techo pudo arrancarle, aunque es de zinc.

 

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