El próximo presidente
de la Cámara de Diputados del Uruguay, Roque Arregui, anunció hoy
que promoverá una mayor participación de los jóvenes en la vida
política del país mediante iniciativas como la creación de un
Parlamento Juvenil.
De filiación socialista y maestro de profesión, Arregui dijo a la
prensa local que otra de sus ideas es fortalecer las Escuelas de
Gobierno, mediante las cuales jóvenes recién entrados a la vida
pública reciben entrenamiento para un mejor resultado en sus
gestiones.
El legislador por el gobernante Frente Amplio también pretende
propiciar la visita de alumnos de escuelas rurales a la Cámara de
Diputados a fin de iniciarlos en el conocimiento de las normas
democráticas imperantes en el país.
Otro de los ejes de su trabajo en aquel órgano será instrumentar
un amplio debate parlamentario y social sobre el Uruguay de 2030.
Urgidos por responder a los problemas más inmediatos, muchas
veces nos falta una visión más estratégica, mirar 20 años adelante,
pensar en soluciones a largo plazo para que las nuevas generaciones
no paguen las consecuencias de nuestras faltas de previsiones y de
planificación, dijo.
Ampliando su idea sobre el Parlamento Juvenil, dijo que estaría
constituido por el mismo número de miembros que la Cámara de
Diputados (99), elegidos como estos por cada uno de los
departamentos (provincias) del país y siguiendo el mismo proceso
eleccionario.
Los chicos van a figurar en un padrón electoral, presentarán sus
candidaturas, harán campaña, y los que sean elegidos sesionarán tal
como nosotros, con asistencia de los mismos funcionarios, y
adoptarán resoluciones que luego se canalizarán, explicó.
Según cifras de la Dirección de Registro Civil, unos 256 mil
uruguayos arribarán a los 18 años -edad mínima para votar- antes del
9 de mayo del 2010, cuando tendrán lugar los comicios municipales.
Los comprendidos en ese rango etario votarán antes en las
elecciones internas de los partidos políticos del 28 de junio, y en
las elecciones parlamentarias y presidenciales del 25 de octubre. En
las primeras, ejercer el sufragio es opcional; en las últimas,
obligatorio por ley.