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Albania expresó hoy preocupación por el retraso de su ingreso a la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a causa de la
disputa entre Croacia y Eslovenia sobre la jurisdicción sobre la
bahía de Piran.
La entrada de este país a la alianza atlántica debería ser
oficializada, junto a la de Croacia, en la reunión ministerial del
bloque militar, prevista para el 3 de abril próximo.
El diferendo entre Zagreb y Liubliana podría obligar a la OTAN a
postergar el ingreso de ambos países.
Seguimos la situación en Eslovenia con gran preocupación, declaró
Prec Zogaj, presidente del comité de relaciones internacionales del
Parlamento de esta nación, considerada la más atrasada de Europa.
El conflicto entre las dos repúblicas ex yugoslavas llevó a la
Comisión Europea a recomendar sus buenos oficios para solucionar un
asunto que también esta relacionado con las negociaciones de Zagreb
para su integración a la Unión Europea (UE), en 2011.
Tras la salida, primero de Eslovenia y después de Croacia, de la
Federación Yugoslava, a principios de la década de 1990, quedó
latente el diferendo en torno a la bahía de Piran, en el norte del
mar Adriático, pues la unión carecía de fronteras marítimas
internas.
Croacia controla ahora la mitad de la referida bahía, aunque en
tiempos de la ya desaparecida Federación Yugoslava, Eslovenia
ejercía la jurisdicción sobre toda esa zona.
Liubliana exige ahora territorios y la jurisdicción sobre Piran
como una de las condiciones para la entrada de Croacia a la UE,
mientras esta última considera tales exigencias como un chantaje.
Medios de prensa locales estiman que será difícil para la alianza
atlántica asumir la membresía de dos estados con disputas
territoriales, después de la negativa experiencia acumulada en su
seno con Grecia y Turquía, que presentan una problemática similar.