PINAR DEL RÍO.— "Recibir este premio llevando arte a las
comunidades de Cuba es uno de los reconocimientos más grandes que
hemos recibido. Me hubiera gustado que el grupo completo hubiese
estado aquí, sé que en estos momentos ellos también están
agradecidos por este reconocimiento, por eso lo llevo para la
Ciénaga a entregárselo, es de ellos", expresó Manuel Porto a
Granma poco después de recibir aquí el Premio Nacional de
Cultura Comunitaria en la categoría de instituciones atribuido al
Conjunto Korimakao, fundado por el popular actor y con una notable
trayectoria en la Ciénaga de Zapata.
Reconocimientos por una sostenida y loable labor sociocultural en
la comunidad fueron entregados aquí por el Consejo Nacional de Casas
de Cultura (CNCC), a ocho instructores de arte, de destacada
trayectoria, y a cinco proyectos comunitarios que han perpetuado la
revitalización popular del arte.
Los premios nacionales Olga Alonso, correspondientes a este año,
fueron para la cienfueguera Luisa Acea; María A. Herrera, de
Camagüey; y Norma Velázquez, de las Tunas, instructoras que desde
hace más de dos décadas han desempeñado un meritorio trabajo de
promoción y enseñanza de la música, las artes plásticas y la danza,
respectivamente.
En el acto de premiación, celebrado en los jardines del Teatro
Milanés, estuvieron presentes Félix Ulloa, funcionario del
Departamento de Cultura del Comité Central; Guillermo Artiles,
presidente del CNCC; Nisia Agüero, Margarita Mejuto, Reinaldo Rosó,
vicepresidentes del CNCC; autoridades del Ministerio de Cultura (MINCULT),
y los padres de Olga Alonso, quien a 45 años de su muerte,
constituye un paradigma a seguir por las nuevas generaciones de
instructores que hoy se forman en el país.
Mientras, los premios nacionales de Cultura Comunitaria fueron
entregados en El Patio de Pelegrín, un proyecto comunitario llevado
a cabo por el artista Mario Pelegrín que desde hace siete años
fomenta la creación artística en los habitantes de la comunidad
Puerta de Golpe, en Consolación del Sur.
En su décima edición, el galardón otorgado anualmente por el
MINCULT y el CNCC, correspondió a Verónica Hinojosa, fundadora del
Teatro Lírico y Dramático de las Tunas; los maestros Gerardo Ramírez
(Santiago de Cuba) e Idania Mirón (Camagüey); y a los holguineros
Aracelis García y Senovio García, repentista considerado un "tesoro
humano vivo".
Igualmente fueron reconocidos los proyectos socioculturales
Bosque Martiano, de la Habana y el recreativo Santa Clara, con un
trabajo de más de ocho años en comunidades de la periferia; los
grupos danzarios Bonito Patuá, de Camagüey, fundado hace 45 años, y
danza folklórica haitiana Okay, de Ciego de Ávila; así como el ya
mencionado conjunto Korimakao, que desde hace 17 años dirige el
actor Manuel Porto, en la Ciénaga de Zapata.