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El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, alertó hoy sobre las
pretensiones de la oposición de desestabilizar al gobierno y
propiciar un golpe de Estado antes de los comicios generales del 26
de abril próximo.
Existe un plan coordinado por ciertos sectores de la oposición,
las Cámaras de Producción y la prensa corrupta para montar un
espectáculo contra el ejecutivo y facilitar su caída antes de las
venideras elecciones, resaltó Correa.
En su enlace radial de este sábado, realizado desde la ciudad de
Ambato, en la provincia de Tungurahua, el jefe de Estado hizo un
llamado de alerta a la ciudadanía y las naciones latinoamericanas
sobre los intentos de golpe de Estado.
Aquí está en peligro la democracia, recalcó al señalar que se
busca montar cualquier trama para hacer bajar la alta popularidad de
su administración.
Puntualizó que cuenta con pruebas de que se intentó utilizar a
una persona para que declare contra el gobierno en el caso Ostaiza.
Se trata de vincular al gobierno con el narcotráfico por la
simple razón que José Ignacio Ostaiza, un ex subsecretario de la
administración, quien trabajo sólo tres meses, mantuvo después una
relación con unos presuntos cabecillas de una banda de tráfico de
drogas, aseveró.
Sin existir pruebas y sin comprobarse nada aparece ahora la
prensa corrupta acusando al ejecutivo de practicar la narcopolítica,
enfatizó.
Correa reiteró que hay toda una conspiración montada contra el
proceso de la revolución Ciudadana, pues se busca un golpe de
Estado.
Sorprende asimismo que la presunta vinculación de Chauvín con los
jefes de una red de narcotráfico, se conociera desde julio pasado y
sólo ahora sale a la luz, cuestionó el gobernante.
En esa ocasión, cuando se me informó ordene investigar y espero
que la justicia haga lo suyo, aunque no existe ninguna prueba de que
Chauvín este implicado en actividad ilícita, indicó.
A nadie se le puede culpar por tener una relación con un
narcotraficante, ni ser amigo de un extinto líder de la guerrilla
colombiana, apuntó.
Finalmente, reiteró que la oposición persiste en montar cualquier
espectáculo para acabar con el proceso de cambio, lo cual quiere
decir que el gobierno marcha por el camino correcto.