Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile, calificó hoy de excelentes los niveles de salud y desarrollo humano de Cuba, tras visitar el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), en la capital cubana.

La mandataria sudamericana conoció en esa institución científica los más recientes avances de la Isla en la biotecnología para la protección de la salud humana, además de las posibilidades de colaboración bilateral en ese campo.

También presidió allí la firma de un memorando de entendimiento entre los ministerios de Salud de Chile y de Cuba sobre colaboración en este ámbito.

Es un gran honor y privilegio conocer la extraordinaria experiencia del Polo Científico del Oeste de la capital, dijo la estadista latinoamericana, al referirse a la labor y los resultados de las 53 instituciones que lo integran.

Bachelet significó que son conocidos los excelentes niveles sanitarios de Cuba, sus bajísimos indicadores de mortalidad infantil, materna y su alta expectativa de vida, similar a la chilena, y otros parámetros donde la Isla puede mostrar un excelente nivel de salud y de desarrollo humano.

Consideró que parte importante de ese resultado está relacionado con el trabajo realizado por estos centros en término de la capacidad para desarrollar tecnologías, mecanismos, métodos y estrategias, que permiten pesquisar, diagnosticar precozmente y también tratar (a los pacientes).

Yo quiero destacar la trascendencia de lo que acaba de firmarse en este momento, pues abre la posibilidad en el futuro de cooperar para hacer efectivamente transferencia tecnológica, identificar y llevar acabo estudios conjuntos y poder tener un trabajo para salir adelante con el tema de salud, añadió.

Señaló que corresponde ahora invitar a una delegación de expertos cubanos, que pueda trabajar con los chilenos para identificar áreas concretas de interés, a fin de avanzar muy rápidamente en esta línea.

Se encontraban presentes, además, los miembros del Buró Político del Partido Comunista de Cuba José Ramón Balaguer, ministro de Salud Pública, y Concepción Campa, presidenta del Instituto Finlay, dedicado a la producción de vacunas, entre otros dirigentes.