.—
El ejército de Sri Lanka negó hoy el bombardeó a un hospital
improvisado en el cual la Cruz Roja Internacional denunció la muerte
de 16 pacientes durante los combates librados en el convulso norte
del territorio insular surasiático.
De acuerdo con el portavoz militar general de brigada Udaya
Nanayakkara, las tropas no abrieron fuego la víspera en ese lugar y
acusó de ese incidente a los Tigres para la Liberación del Tamil
Eelam (TLTE).
De esa forma, Nanayakkara ripostó a una reporte del Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR) que condenó el bombardeo con
proyectiles de artillería al hospital de campaña instalado en la
localidad de Putumattalan, último centro asistencial en la región.
Tras denunciar ese ataque a medios informativos, el jefe del CICR
en Colombo, Paul Castella, expresó su sorpresa de que los pacientes
hospitalizados no gocen de la protección debida.
La entidad humanitaria estima en más de 200 mil la cantidad de
civiles atrapados en el territorio que permanece aún bajo control de
los separatistas tamiles.
Los reportes divulgados en Colombo sobre muertes de civiles se
incrementaron en las últimas semanas y la Cruz Roja es la última
agencia de ayuda de importancia con permiso de trabajar en
territorio insurgente.
Mientras, la ONU manifestó su indignación por esa muerte
innecesaria de centenares de civiles mantenidos como rehenes en el
territorio de los rebeldes y exhortó a ambas partes en combates a
respetar las llamadas zonas protegidas y de seguridad.