SIDNEY,
Australia, 10 de febrero.— Los incendios en el estado australiano de
Victoria que han ocasionado la muerte a por lo menos 220 personas,
destruido 750 casas y arrasado más de 340 000 hectáreas de terreno,
son una advertencia sobre lo que representa el cambio climático.
"La tragedia de esta semana muestra que el clima en Australia ha
cambiado y ahora sabemos todos cuánto podemos perder si no logramos
un acuerdo de acción sobre el clima mundial", manifestó la portavoz
de la organización Greenpeace en materia de clima, Trish Harrup.
La organización subrayó que varios científicos han repetido que
los fuegos que brotaron el sábado, cuando la región meridional de
Australia llevaba dos semanas bajo una intensa ola de calor, son el
resultado de ese fenómeno, aunque las investigaciones continúan
apuntando a que algunos de lo siniestros fueron provocados.
Harrup dijo que era necesario que el Gobierno australiano se
plantee la reducción de las emisiones de gases contaminantes en un
porcentaje mayor que el objetivo del 5% sobre los niveles del 2000
que anunció el primer ministro Kevin Rudd, el pasado diciembre.
Los laboristas prometieron al llegar al poder en noviembre del
2007 que iban a convertir al territorio en una de las naciones más
comprometidas en la lucha contra el calentamiento global, y el 3 de
diciembre de ese año Rudd ratificaba el Protocolo de Kyoto, el mismo
día de su investidura.
No obstante, Australia se mantiene como uno de los países más
contaminantes por su dependencia de los combustibles fósiles, y es
el mayor exportador mundial de carbón, afirmó la agencia noticiosa
española EFE.