"Ese día me dije: este Nicolás Guillén tiene que ser nuestro".
Roberto Márquez era entonces un joven profesor que orientaba su
vocación social en las comunidades latinas y afronorteamericanas de
Nueva York. Compró de inmediato la obra de Guillén disponible en una
librería peruana y tradujo algunos versos para mostrarlos al
alumnado durante un curso de verano.
"En el fondo del aula se sentaba un estudiante que no se motivaba
con nada. Era el mutismo hecho persona. Cuando leí los versos
finales de Madrigal, ‘signo de selva el tuyo / con tus
collares rojos / tus brazaletes de oro curvo / y ese caimán oscuro /
nadando en el Zambeze de tus ojos’, el muchacho se levantó como un
resorte y exclamó: ‘¡Ñooooo, ahora sí!’ Fue ese el empujón
definitivo para entregarme a la traducción y el estudio de Guillén."
Con una jerarquía intelectual que lo sitúa, como subrayó la
profesora Denia García Ronda, en el mismo núcleo de la comunidad
internacional dedicada a investigar y promover la obra del gran
poeta cubano, Márquez aceptó conmovido el lunes por la noche la
condición de Miembro de Honor de la Fundación Nicolás Guillén.
Entre colegas de esa misma hermandad —Nancy Morejón y Roberto
Fernández Retamar—, el ensayista y crítico de origen puertorriqueño,
invitado al jurado del Premio Casa 2009 para dirimir el lauro
especial de Estudios sobre Latinos en Estados Unidos, recibió de
manos de Nicolás Hernández Guillén el pergamino acreditativo y un
hermoso grabado del artista cubano Eduardo Roca (Choco).
Márquez ha sido devoto al autor de Motivos de son, a quien
calificó "junto con Pablo Neruda, César Vallejo y Federico García
Lorca, como lo mejor de la poesía hispánica y a la vez líder
indiscutido de una corriente muy importante en las letras
latinoamericanas" en sus notas de presentación del disco Nicolás
Guillén: poet laureate of revolutionary Cuba (sello Folkways,
Smithsonian Institution, 1982).
Hitos significativos en ese camino fueron sus traducciones para
Patria o Muerte: The Great Zoo and other poems, Man-Making
Words: selected poems (en colaboración con David McMurray); y
My last name. Guillén también emerge como puntal en las
reflexiones de su más reciente libro, Un mundo entre islas:
ensayos, reseñas y comentarios sobre literatura, raza e identidad
nacional en la América antillana.
A Márquez se le hizo difícil agradecer el gesto de la Fundación.
"No lo esperaba, es la confirmación de un compromiso", expresó con
la voz entrecortada. Es muy probable que en ese momento haya
escuchado al poeta de El apellido en sus recuerdos: "¿Seré
Yelofe? / ¿Nicolás Yelofe acaso? / ¿O Nicolás Bakongo? / ¿Tal vez
Guillén Banguila? / ¿O Kumbá? / ¿Quizá Guillén Kumbá? / ¿O Kongué? /
¿Pudiera ser Guillén Kongué? / ¡Oh, quién lo sabe! / ¡Qué enigma
entre las aguas!" Y ante tales preguntas haya respondido: "Yo
también soy Roberto Bakongo y Márquez Kongué, a mucha honra".