Cuba evoluciona hoy hacia un creciente peligro de incendios
forestales por la existencia de materiales combustibles en los
bosques y el comienzo de la época de seca.
El Coronel Manuel Lama, Jefe del Cuerpo de Guardabosques,
calificó de elevada peligrosidad la presente temporada, iniciada
este primero de febrero y hasta el 31 de mayo, y aseguró que más del
90 por ciento de los incendios en las áreas rurales son producto de
acciones negligentes.
Destacó que en los bosques se hallan grandes acumulaciones de
árboles derribados durante el azote de los huracanes Gustav, Ike y
Paloma, los que unido a las dificultades existentes con las trochas
cortafuegos y el mal estado de los caminos, constituyen factores
adversos a superar.
Los incendios forestales conllevan a pérdidas económicas, de los
ecosistemas, la biodiversidad, los suelos y provocan emisiones de
gases de efecto invernadero a la atmósfera, agregó.
El General de División Ramón Pardo Guerra, Jefe del Estado Mayor
Nacional de la Defensa Civil, advirtió sobre reforzar acciones en
favor de la prevención, particularmente en la educación ambiental de
la población y en la gestión para la reducción de esos siniestros
por organismos del Estado.
Registros de la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO) ubican a Cuba entre los pocos
países que incrementan los bosques, proceso desarrollado en la
nación caribeña a un ritmo de 67 mil hectáreas anuales.
En la actualidad la Isla exhibe dos millones 700 mil hectáreas de
cubierta forestal, lo que representa el 24,5 por ciento del
territorio y pretende alcanzar en 2015 un área equivalente al 29,3
por ciento del país