Fuerzas rebeldes
somalíes atacaron hoy con fuego de morteros el palacio de gobierno,
en Mogadiscio, poco después de la llegada al lugar del nuevo
presidente, Sheik Sharif Ahmed.
Testimonios sobre la acción no precisaron cifras de bajas y daños
en la instalación oficial.
Sin embargo, fuerzas de paz de la Unión Africana afirmaron que
esa acción lo que procuraba era una represalia, pero eso no ocurrió.
Sharif Ahmed sucedió en el cargo a Abdullahi Yusuf Ahmed, quien
presentó su renuncia recientemente sin haber logrado seguridad
nacional o vencer la guerra contra los insurgentes.
El nuevo mandatario de la transición es el jefe de la Alianza
para una Nueva Liberación de Somalia y se le califica de político
moderado. Fue electo la pasada semana en Djibouti.
Tras asumir el cargo, el dirigente prometió restablecer la
seguridad en Somalia, donde hace 18 años no existe una autoridad
central y la guerra envuelve todo en un círculo vicioso.
Otros elementos como la piratería en el litoral del océano Indico
y las oleadas migratorias forman parte del complejo escenario en el
vecino país del Cuerno Africano.
Medios de prensa vincularon el ataque con las acciones de la
Unión de las Cortes Islámicas, que en 2006 ocupó por varios meses a
Mogadiscio, desde donde debió retirarse ante la presión del ejército
en la lucha por la capital.