Las losas que cubren la entrada a la cripta de Carlos Manuel de
Céspedes se levantaron en el Cementerio Santa Ifigenia de Santiago
de Cuba, como parte de la restauración del mausoleo dedicado al
Padre de la Patria.
Especialistas en conservación, médicos forenses y otros expertos,
estuvieron presentes en la sustitución de las losas de hormigón por
mármoles de Carrara italianos, de igual pigmentación que los
originales que posee el monumento.
Omar López, Conservador de la ciudad, destacó la solemnidad con
que se realizó la acción, y el privilegio de los santiagueros de
poseer en camposanto los restos del inmortal revolucionario, próximo
a cumplirse el aniversario 135 de su asesinato.
El panteón que guarda los restos del inmortal independentista se
erigió en el año 1910 en Santa Ifigenia, después de dos entierros
anteriores, en 1874 y 1879, en otros terrenos del lugar sacramental,
y ocupa una posición privilegiada en el pasillo central con
excelente factura artística reconocida visualmente dentro de la
necrópolis.
Las alegorías y atributos empleados determinan la expresión
renacentista y el carácter funerario de la construcción, donde la
arquitectura y la escultura aparecen interrelacionados en más de
nueve metros, con despliegue de gran carga decorativa evocadora de
la naturaleza libertaria del luchador cubano.
El pueblo santiaguero rendirá honores al mártir el próximo 27 de
febrero con un matutino especial en el parque central que lleva su
nombre, seguido por la ruta funeraria que recorriera el cadáver a su
llegada a Santiago de Cuba, y culminará en el sitio dónde descansan
sus restos.