Además del alfabeto de puntos en relieve usado hoy por millones
de ciegos en todo el mundo, Luis Braille ideó también un método de
notación musical de lectura al tacto empleado por artistas
invidentes.
El destacado discapacitado francés, de quien se cumple ahora el
bicentenario de su natalicio, tocaba el órgano en una iglesia
cercana al Instituto real de ciegos de Paris, donde estudió y
trabajó como profesor, y afinaba pianos, lo cual contribuyó a que
pudiera hacer un sistema de musicografía con los mismos seis puntos
de su abecedario.
Ese procedimiento fue presentado por él en 1837, ocho años
después del alfabeto, y su uso se ha extendido por todo el orbe.
En Cuba, el método fue utilizado por relevantes músicos
invidentes, como el pianista Frank Emilio y el profesor Fausto de
Armas, se enseñó en la escuela Varona Suárez, y hoy se difunde en
seminarios organizados por la Asociación Nacional del Ciego (ANCI).