El
predominio de condiciones invernales marca la pauta del tiempo en
los primeros días de febrero, al registrarse otra vez durante la
madrugada y el amanecer de ayer temperaturas notablemente frías en
diferentes puntos de la geografía cubana, incluida la cálida zona
oriental, donde suelen ser poco frecuentes.
Los "chiflidos del mono" se ensañaron con los vecinos de Playa
Girón, al marcar el termómetro allí 5,7 grados Celsius. También hubo
mínimas significativas en Santo Domingo con 6,0 grados; en Colón,
7,8; Yabú, 8,2; Falla (Ciego de Ávila), 8,8; y Trinidad, 9,3.
Son interesantes, además, los reportes de 9,7 y 9,9 ocurridos
respectivamente en Jucarito, provincia de Granma, y en Santa Cruz
del Sur, y el de 3,5 grados en la Gran Piedra que pese a ser récord
para esa estación no tiene el mismo significado por tratarse de un
lugar situado a una altura considerable sobre el nivel del mar.
Como se había previsto, el día resultó muy frío en zonas de la
costa norte del occidente y centro, condición acentuada por el
efecto del fuerte viento reinante. Baste decir, por ejemplo, que en
la capitalina estación de Casablanca había a las 10 de la mañana una
temperatura de 14,0 grados, pero la sensación térmica era de ¡6,7!
Aunque tres horas después subió apenas a 16,0, las personas
soportaban en realidad un valor ambiental de 7,5, indicó a este
diario el ingeniero Miguel Ángel Hernández, del Centro de
Pronósticos del Instituto de Meteorología.
Es oportuno aclarar que si bien la tendencia actual del clima es
hacia el calentamiento, de ningún modo eso significa que no
presenciemos años con inviernos notables. Así ha ocurrido en esta
temporada en gran parte de Europa y Norteamérica, y pudiera
incluirse también a Cuba, pues hace mucho tiempo que no teníamos
periodos de días fríos tan seguidos.
Aunque la pregunta que titula este trabajo ha sido respondida en
otras ocasiones desde las páginas de Granma, de nuevo es pan
caliente entre los aficionados a la meteorología.
Según la opinión autorizada del doctor Ramón Pérez, jefe del
Centro del Clima de la mencionada institución, ello solo podría
ocurrir en condiciones muy excepcionales porque para que los copos
de nieve lleguen a la superficie sin derretirse, la temperatura debe
estar por debajo del punto de congelación (cero grado) y en su
avance hacia nuestro país, los frentes fríos activos que provocan
las nevadas en Norteamérica son modificados por el aporte de calor
de las aguas del Golfo de México y el Estrecho de la Florida.