Juan Varela Pérez
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Los técnicos y profesionales del sector agrario ratificaron durante el desarrollo del tercer congreso de la asociación que los agrupa, que su primera misión es apoyar e impulsar el desarrollo sostenible agrícola y frutal del país.

Durante los debates hasta este martes en el Palacio de las Convenciones, se insistió en la necesidad de estar cada vez más preparados para aplicar conocimientos y experiencias en la solución de problemas locales.

Hubo coincidencia en la importancia de que los técnicos (más de 100 000 en todo el país) se vinculen a los resultados productivos, pues ellos inciden en el óptimo uso de los recursos que el Estado pone en manos de la agricultura.

El ingeniero Eugenio Fuster, presidente de la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF), destacó la necesidad de incentivar la normalización, certificación, comercialización y soberanía alimentaría en las producciones agro ecológicas.

El extensionismo, la capacitación y la eficiencia de este proceso son esenciales, y el estímulo a quienes sean ejemplo para que su actitud sea bandera fue de los temas que generó más intervenciones de los casi 700 delegados. No se trata solo de que los técnicos ganen más, sino escucharlos, evaluar sus resultados a fin de que conozcan su aporte a la sociedad y dotar a determinados especialistas de los recursos mínimos para la labor que ejercen.

Se dijo, con razón, que no basta con incrementar plazas para carreras agropecuarias en nuestras universidades, si muchas veces —como sucedió en el 2008—no son cubiertas en su totalidad por falta de información y orientación profesional en los territorios.

Lo fundamental es llegar a los interesados, conocer las necesidades de cada lugar, lograr la permanencia de cuantos se incorporen y que los universitarios del sector sean a su vez los profesores.

Alcides López, viceministro de la Agricultura, intervino acerca del reordenamiento que se desarrolla en el sector y las tareas más apremiantes de la actual etapa.