El propósito de eliminar el límite de reelección por un sólo mandato adicional se corresponde con el compromiso de refundar la república, subrayó Arrúe, miembro de la Asamblea Nacional de Venezuela (ANV, parlamento unicameral).

En rueda de prensa ofrecida en Egipto, el legislador denunció que la administración del presidente Hugo Chávez ha sido víctima de una campaña mediática que trata de desacreditar la legitimidad de la consulta popular prevista para el próximo 15 de febrero.

Antes la alternabilidad del poder era sólo cambiar el color de nuestras cadenas, ganara quien ganara las elecciones, porque estaban atados a los intereses de los grandes poderes transnacionales, pero ahora está en manos del pueblo castigar una mala gestión, contrastó.

El también miembro de la Comisión Permanente de Energía y Petróleos de la ANV advirtió que la corrección constitucional tiene los enemigos de siempre de Venezuela y la única bandera que une a toda la oposición desde hace 10 años es fuera Chávez a como dé lugar.

Mencionó golpes de estado, sabotajes petroleros, generación de escasez de alimentos y difamación de la Revolución Bolivariana entre los recursos a los que han recurrido los adversarios políticos del gobernante, que -acotó- ven amenazados sus intereses oligárquicos.

Si bien la iniciativa incluía únicamente el cargo de presidente, el propio mandatario propuso incluir a todos los puestos electos por voto popular, prueba de que siempre será el pueblo el que tenga la posibilidad de elegir indefinidamente a sus gobernantes.

Indicó que si la Ley Primera de Venezuela concede el derecho de revocar a mitad de gestión el mandato de cualquier autoridad elegida por voto popular, también es justo que tenga la facultad de premiar y reconocer un buen gobierno.

En opinión del parlamentario, la Constitución sancionada en 1999, la primera aprobada por todo el pueblo venezolano, verá modificado en esta ocasión cinco artículos ligados a los cargos de elección popular, si recibe el mayoritario respaldo de la ciudadanía.

A una pregunta de Prensa Latina, Arrúe admitió que la derrota de la reforma constitucional (a 69 artículos) que se pretendió realizar en diciembre de 2007 fue una batalla perdida, pero ni entonces ni ahora se asumió como una guerra fracasada.